Cinco curiosidades sobre “el mundo” de la madera.
Si pensamos en ello, la madera como materia “viva” que siempre ha formado parte de la vida cotidiana del hombre desde su aparición sobre la naturaleza, puesto que desde que el ser humano comenzó a elaborar los primeros utensilios artesanalmente en los comienzos de la historia, hasta los que desde entonces hasta los que utilizamos hoy día ya industrializados, y que tenemos en nuestros propios hogares, como es el caso de los muebles, instrumentos musicales, obras de arte, los instalados en la propia cocina, la madera repito, no ha dejado de formar parte de forma y manera integral del ambiente de nuestra vida cotidiana.
Por ello para mí la madera como tal, es un elemento que considero completamente embelesante, puesto que nos conecta con la naturaleza circundante y también con nuestra propia historia a través de la misma. Debemos tener mucha delicadeza y cuidado con esta materia, ya que tratar y trabajar con la misma, nos muestra muchos de los secretos sobre el pasado, presente y futuro que la propia naturaleza ha tenido, tiene y tendrá.
1. Esos ruidos extraños en casa …
La madera como “materia viva” que es, se mueve incluso después de muchos años. Que significa ello?. Hay que temer algo?. Debemos tener alguna preocupación especial?.
Obvia y rotundamente no. A pesar de haber sido trabajada y sometida a secado, pulido, acabados bien hayan sido lacados o barnizados, lo que sucede es que durante muchos y largos años -máxime respecto a la antigua madera, esta mostrará los movimientos consistentes que habrá tenido en la dirección de su veta, bien ensanchandose o en otros casos encogiéndose en muchos milímetros.
¿A experimentado Vd. alguno de esos ruidos -a veces para algunas persona hasta algo inquietantes- que han hecho a más de una, sentirse incómoda en medio de la noche, que a menudo comienzan a escucharse y que curiosamente solo se suelen escuchar en el silencio, en soledad, cuando no hay nadie en la casa?.
Bueno no se alarme en exceso si no los ha escuchado, puesto que en la mayoría de los casos tales crujidos son producidos tanto por las puertas de un viejo aparador, cuyas cerraduras ya no cierran del todo ajustadamente, u otras veces es el costado de la cómoda antigua del siglo XVIII que está situada en la sala de estar, los que que está sufriendo las alteraciones debidas a los cambios de estación climatológica.
Por lo tanto, no hay necesidad de preocuparse, no serán los ladrones (por lo general), simplemente será solamente la madera antigua, que reacciona por los cambios de temperatura y humedad que en el párrafo anterior mencionábamos. De hecho, debe prestarse atención al “demasiado silencio”, si no se oyen ruidos o “no se mueve”, aquél mueble o pieza de arte que creíamos siempre era de madera, lo que probablemente suceda es que no sea madera real!.
2. Los daños a observar. ¿Son culpa de la carcoma, de la madera o de la limpieza?
Habitualmente solemos culpar a la carcoma de los daños que apreciamos en la madera. De hecho, estos diminutos insectos roen la madera, para de ella obtener sus nutrientes necesarios, para de esta manera poder crecer y reproducirse. En realidad, debemos tener en cuenta que este tipo de insectos xilofagos, viven largos períodos de hibernación, que comprenden desde finales de septiembre hasta el principio del mes de junio. Es decir en la época fría.
En la práctica su ciclo “vivo” diríase comprende el que al finalizar la estación del verano, es la puesta de sus huevos y a continuación entran en la antes dicha hibernación. Por esta razón, yo suelo realizar y llevar a cabo la desinfectación o fumigación de la carcoma durante la temporada de verano.
Si encuentra polvo sospechoso en el suelo -pequeños montoncitos o colinas- durante la temporada de frío, recomiendo como lo mas apropiado cambiar el producto o su método de limpieza, y sin lugar a dudas seguir algunos de mis consejos sobre la apropiada conservación de muebles antiguos, evitando a estos no llevarlos consigo -los xilófagos- pues que están haciendo su trabajo, lo importante es que nosotros ¡hagamos el nuestro!, evitando de esta manera que los mismos se propaguen.
3. La madera “cuanto más vieja se hace, mejor”.
Los restauradores, ebanistas y carpinteros de siglos pasados normalmente transmitían el noble arte de trabajar la madera a sus hijos, puesto que la mayor parte de las veces también ellos habían recibido de sus padres los conocimientos sobre la misma, y más allá aún diremos que en el transcurso de su vida fueron acumulando tablones de madera que no utilizaron a corto plazo, y que por tanto con tales hechos, dejaron un rico y valioso legado a las futuras generaciones de ebanistas que les sucedieron.
Antes de poner sus elaboraciones en proceso, era una muy buena práctica sazonar las madera que iban a utilizar en sus trabajos, con precisión adecuada, para así obtener una madera de gran calidad.
Hoy en día esta práctica es casi imposible de llevar a cabo, puesto que los rápidos tiempos que impone la rapidez de la gran producción industrial, hace que ello sea prácticamente imposible. Sin embargo, al haberse inventado secadores adecuados para la industria de la madera, y que realizan la función de sazonado lo suficientemente bien, tal labor se puede llevar a cabo, artificialmente, en dos o tres días con resultados bastante aceptables y buenos.
4. “La élite de la madera”, antiguamente.
El gremio de la ebanistería en la edad de oro (desde el siglo XVII en adelante) fue claramente distinto del de doradores, lacadores y talladores. Estos gremios de artesanos controlaron la ebanistería y carpintería exclusivamente y fueron los únicos que con sus maravillosos conocimientos, consiguieron elaborar excelentes muebles de madera y maravillosas obras en el arte de la talla de la misma.
Los miembros de estas corporaciones y gremios realizaban sus trabajos de forma y maneras concretas, ajustadas y sus actividades se regían por un conjunto de reglas muy detalladas y rígidas, de tal forma que cada uno practicaba sus propios aranceles y las tareas pertenecientes a un gremio no podían ser realizadas por otro, por poner un ejemplo.
Lo que hoy día aparece como una profesión única, en el pasado fue en cambio, un amplio conjunto de especializaciones muy diferentes, altamente diferenciadas entre sí.
5. El “palo de rosa” una de las maderas más características.
Una de las maderas duras más utilizadas en siglos pasados fue la de “palo de rosa”. Con sus rayas blancas y rosas características, se utilizó para crear detalles en los muy valorados muebles de estilo Luis XV y Luis XVI. Su color rosado típico, persistir durante largos años después del acabado. Es utilizado y trabajado ampliamente en muchos trabajos de ebanistería, es decir, en un sin fin de decoraciones para muebles de madera y también para la creación de los instrumentos musicales de cuerda, como violines, guitarras, bajos.
Antaño fue importado de América del Sur, donde las plantas de Bois de Rose, gracias al clima exuberante, desarrollaban troncos de diámetro muy consistente, que alcanzaban hasta 20 centímetros. A finales del siglo XIX esta bonita, noble y elegante madera también se usó en la fabricación de manillas para paraguas.