Mantenimiento de antigüedades, sobre todo si se consideran exclusivas.
El mantenimiento de los elementos considerados antigüedades –sobre todo si se consideran exclusivos– debe ser constante. Se deben apreciar como tales, tanto las obras de arte en talla, como los elementos considerados mobiliario antiguo, entre otros muy diversos elementos de valor y decorativos, tanto de carácter cultural como artístico. En primer lugar, -error muy común-, debe evitarse que este tipo de obras artísticas, bien sean culturales o formen parte del mobiliario, estén expuestas al sol directamente, por lo que deberá procurarse estén alejadas del mismo así como de cualquier otra fuente de calor y humedad, puesto que en el caso de afectarles estas, podrían llegar a perder una de sus particulares singularidades, como es el caso de su color original, el denominado “freír” el acabado del mismo, especialmente, si se tratase de tener aplicado un acabado goma laca. Otro cuidado muy importante es, respecto a su limpieza, debe ser realizada simplemente con un paño suave, seco, sin polvo, a la vez de evitar la utilización de productos que puedan dañar su acabado. Nunca debe utilizarse alcohol, pues este, diluiría y deterioraría los acabados que pudiese tener aplicados con goma laca. Si observase alguna mancha superficial de importancia, considere eliminarla con un spray acreditado, -tipo Pronto® Madera-, pues raramente dañarían el mueble al estar compuestos este tipo de productos de ceras muy diluidas.
Restauración de partes rotas de muebles.
De decidirse y arriesgarse a reponer en alguno de sus muebles, alguna de las consideradas piezas menores, como patas o molduras, desmóntelas previamente, una vez hecho esto, dibújelas sobre una cartulina o papel. Después sujételas sobre una tabla (recomendable de pino para muebles con veta, y de haya para los que no la tengan) y posteriormente córtelas con una segueta. Una vez realizado lo anterior, lije bien los bordes y tíñalos del color más parecido posible al del mueble. Esto se puede hacer con mordientes o anilinas.
Posteriormente y antes de encolar las piezas nuevas de reposición, es fundamental limpiar y elimine concienzudamente los restos de antiguo pegamento que pudiesen existir. Después aplíquese cola blanca, caso de que las dos partes a unir sean completamente lisas y planas, y una vez bien ajustadas una con otra, sujete la pieza unida con un “gato”, “sargento”, o si no tuviese tales elementos coloque alrededor de las mismas unos trozos de goma espuma, cartón o trozo enrollado de tela, y átelas a la vez simplemente con cuerdas, dejándolas secar 24 horas. Si solamente desea mejorar el encolado de la pieza original, desmóntela de su estructura cuidadosamente y una vez limpias las partes a unir, proceda a aplicar directamente la cola .
Recuerde “el armario ropero” heredado de la abuela, o “aquella cómoda francesa” que adquirió en un mercadillo o en el Rastro, en tan deplorable estado, y proceda a convertirla en un pequeño tesoro con una buena restauración. Restaurar muebles de madera antiguos, es contribuir a fomentar el consumo responsable. Si se anima a probar, esperamos poder ayudarle con estos “paso a paso…” Ah¡ le advertimos: ¡el arte de restaurar muebles, engancha!.Consejos sobre el arte de restaurar muebles.Consejos sobre el arte de restaurar muebles.
Consejos sobre el arte de restaurar muebles.
Antes de comenzar la restauración de un mueble, es importante realizar una revisión completa del mismo, para valorar si merecerá o no acometer su restauración. Siempre deberá valorar que el número de piezas que considere debe sustituir no supera al de las que pueda conservar. El primer paso para restaurar un mueble antiguo será proceder a limpiarlo perfectamente. Para ello bastará con que le pase un trapo humedecido en agua y un poco de jabón neutro, y dejarlo secar totalmente. Repase después las manchas, en esquinas y molduras, con un cepillo (puede dental), de cerdas fuertes, muy duro, previamente mojado en disolvente. El siguiente paso será, si es necesario, la eliminación de la pintura o el barniz que pudieran existir. Para ello, proceda a aplicar un decapante, preferible con brocha, y retírelo con una espátula o “lana de acero”. Deberá considerar si conviene repetir la operación hasta eliminar posibles restos. Después limpie el mueble con un trapo limpio humedecido en disolvente. Finalice esta proceso repasándolo delicadamente con lija fina.
Teñido.
Aconsejamos teñir un mueble cuando este haya perdido su color original en algunas zonas o con carácter generalizado, o bien si desea darle un aspecto de renovación completa. De decidirse a hacerlo, líjelo, después límpielo y para terminar esta primera parte, aplíquele con una brocha suave, que no suelte pelo, una capa de tinte. Si desea oscurecerlo, necesitará aplicar varias capas hasta conseguir el tono que desee obtener. Los tipos de tintes clásicos para madera son habitualmente solo dos: “al agua” o “con disolvente“. El primero es mas penetrante en la madera, requiriendo en este caso que la madera esté perfectamente decapada y sin residuos de barniz, ya que solo de hacerse así, será absorbida por la misma.
Acabado con Goma Laca.
Dado lo delicado y singular, este es un tipo de acabado que se debe aplicar, sólo cuando la pieza original así lo requiera y presente originalmente tal acabado, siendo necesario para ello cierta experiencia. Su característica principal es el hecho de que tapa los poros de la madera, dándole brillo y resaltando como ningún otro acabado la belleza del veteado. Para el caso de desear conseguir el tipo de acabado casi transparente, es decir aspecto ambarino, deberá aplicarse la goma laca con una muñequilla, aplicándola mediante unas 20 capas, mediante lo cuál se obtendrá un acabado ligero, semibrillante, o en otro caso, realizar unas 80 aplicaciones para conseguir terminaciones brillantes, para alcanzar el denominado comúnmente “acabado a espejo”.
Acabado con técnica mixta.
Para esta terminación, una vez aplicadas varias capas de barniz, déjelas secar 24 horas, repase después el mueble con lana fina de acero, límpiele el polvo y aplíquele otra mano en el sentido de la veta. Posteriormente aplíquele una capa de cera de abeja (previamente diluida con trementina), esto le dará un acabado muy agradable tanto a la vista como al tacto, y le nutrirá por un tiempo.
Renovado de tapicería.
En el caso de que la tela del elemento no se encuentre en muy mal estado, con una puesta a punto puede dejarla como nueva. Desclávela con cuidado de su estructura, pruebe a lavarla, o si fuese necesario, llévela a una limpìeza de tintorería. Posteriormente, proceda a graparla para su fijación. De apreciarse que la tela original se encuentra inservible, una vez desclavada, dibuje la forma del tapizado original en una plantilla, dibuje sobre una nueva tela la misma, recórtela y proceda a graparla como estuviese al principio.
Renovado de cerraduras y herrajes.
Los herrajes de bronce que acusen el paso del tiempo en sí mismos, quedan muy bien limpiándolos con un poco de agua y jabón. Los demás tipos de metales, repáselos con un cepillo de cerdas suaves, humedecido en vinagre, alcohol o simplemente con un refresco de cola. En el caso de cerraduras aplíquelas aceite con un trozo de tela y posteriormente frótelas con un cepillo metálico de cerdas suaves.
Arreglo de puertas y cajones.
Si la puerta estuviese descolgada, recomendamos cambiar la bisagra por una nueva. Para que quede bien ajustada, de observarse que es necesario, amplíe el “cajeado” de la misma con un formón. En el caso de que los cajones no se deslizan bien, lije convenientemente los laterales y después aplique un poco de cera en las guías.
Reparación de golpes.
Las hendiduras ligeras en la madera desaparecen colocando un trapo mojado en agua sobre la zona afectada. Realizada esta acción, sujételo fuertemente con una cinta y déjelo actuar unas horas. También pueden taparse las fisuras, de haberlas, con masilla o cera natural con lo que se disimularán arañazos e imperfecciones. De llevarlo a cabo, rellénelas con una espátula, después lije la superficie y repita la operación hasta que la misma desaparezca. Para devolver el color original a la zona tratada, retoque con pintura al óleo o acrílica de la tonalidad de la madera
Tratamiento para la carcoma.
Con observación es fácil detectarla en un mueble: su superficie presentará pequeños agujeros, aunque ello no significará que haya ataques en curso. El síntoma más evidente de que existan, será encontrar “montañitas” de polvo al pié de los agujeros. Para erradicarla, aplique un producto anticarcoma con una jeringuilla o brocha en cada hueco, posteriormente envuelva y cubra el mueble con plástico. Es muy importante cubrir, rellenar por completo los agujeros. Recomendamos repetir esta acción, dos o tres veces, así como dejarlo el mueble tapado un mínimo de cuatro días.
Acabado final.
Si desea que el acabado final de un mueble quede más brillante de lo que en un principio estuviese, aplíquele por lo menos una segunda capa, bien sea de barniz, tinte o goma laca. Es muy conveniente y recomendable encerar la pieza restaurada, al menos una o dos veces al año para mantenerla en perfecto estado tras haberla restaurado.